Por MR.-
Logró tocar el séptimo paraíso con sus propias manos, que al ritmo de las luces parpadeantes se volvían trasparentes, y quedaban hechas huesos. Tan maravillosas eran las imágenes que no podía cerrar los ojos, el tiempo pasaba lento y extraño... y la gente ya no era gente, ahora eran sueños. Caminó con mirada atenta, con una sonrisa en su cara... Y desaparecía lentamente, muy lentamente. Reía, reía, y se fascinaba con los colores, las siluetas, el golpe de la música en sus oídos. "¡Carajo!" pensó. "¡Ésto es imposible! La gente es tan linda, las luces son hermosas, todo lo que brilla me asombra... me mata, tengo que ser libre, tengo que caer..."
Se sintió hermosa, plena, y llena de vida. "Orgásmica", así se describió. Hablaba de cosas que no entendía, que no sabía, pero eran ciertas... Susurraba sus pensamientos, se respiraba a sí mimas, sentía que todo era incierto, que todo podía cortarse en ese mismo momento.
"¿Cómo te sentís?" le preguntaron... "Rara... pero bien, fascinada." respondió.
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